Visitar Munich

La ciuda de Munich toma su nombre, München de la palabra monjes, refiriéndose a la pequeña comunidad monástica benedictina que se estableció junto al río Isar a principios del siglo IX. El Münchener Kindl o pequeño monje es el emblema de la ciudad incluso hoy. El duque Henry el León construyó un puente sobre el río y fortificó la ciudad que luego prosperó como centro de monopolio regional de la sal. En 1158, Munich se convirtió en residencia ducal de los poderosos Wittelsbach que gobernarían Alemania en 1255 y en capital de Baviera en 1503.

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Palacios, rococó y arte para ver en Munich

Los Wittelsbach enriquecieron la ciudad durante los siglos XVII y XVIII. Se construyeron iglesias y dos palacios y se extendieron los adornos barrocos y rococó a medida que crecía la ciudad. Munich se expandió en el siglo XIX bajo el rey Luis I quien, con el deseo de remodelar su capital según las ciudades de la antigua Grecia, inauguró la Ludwigstrasse terminada en 1852. También fundó al universidad y dotó a la ciudad de algunas de sus grandes colecciones de arte y antigüedades. Su sucesor, Maximiliano II, encargó al arquitecto Friedrich Bürklein el trazado de la Maximilianstrasse (1852-1875).

Munich: ciudad de cultura, cerveza y verdor

Munich es una de las ciudades más agradables de Alemania.Sufrió fuertes bombardeos durante la guerra, pero ha resurgido y apenas se observa lo que tuvo que pasar al contemplar el centro actual.
Munich es una ciudad de avenidas elegantes, paseos verdes, tiendas chics, torres de iglesias, monumentos, fuentes, arquitectura clásica y Jugendstill, cervecerías en locales cubiertos  al aire libre, tranvías azules y crema, estudiantes, galerías y cafés al aire libre. La capital bávara tiene fama de un liberalismo afable y su ambiente es casi palpablemente diferente al resdto e la ultraconservadora Baviera. Durante el Oktoberfest y el exuberante Carnavak (del 7 de enero al martes de carnaval) es cuando la ciudad está más viva.

Por dónde empezar

Munich presenta gran diversidad de alternativas debería explorarse a pie la ciudad antigua, entrar en una cervecería y recorrer en tranvía los numerosos boulevares alineados con árboles. Los principales museos son la Alte Pinakothek con una colección de importancia internacional; el Deutsches Museum y la Residenz con su notable tesoro. Si desea ver algunas muestras típicamente bávaras en los museos de la ciudad, vaya al Bayerisches Nationamuseum para las escenas de pesebre, al Stadtmuseum para los bailes populares y las marionetas a la bavaria Filmstadt para echar un vistazo a la industria cinematogra´fica bávara y a la Lenbachhaus, la Schackgalerie y la Statsgalerie Modernr Kunst para el arte bávaro. Hay entradas especiales que permiten el acceso a todos los museos estatales. Además del centro debería incluir en cualquier itinerario una visita a Dachau y al Schloss Nymphenburg. Tres grandes panorámicas se ven desde lo alto del Altes Rathaus, la torre de la Peterskirche y, sobre todo, desde la Torre Olímpica.
Cómo moverse

El centro de la ciudad se explora fácilmente a pie. Si desea ir y venir a su aire, debería adquirir un pase diario (Tageskarte) en las estaciones de metro o en algunas tiendas y hoteles. Asegúrese de franquear el billete con la fecha introduciéndolo en una de las máquinas que hay en las estaciones o paradas de tranvías, autobuses, el S-bahn y el U-bahn hasta las 4.00 de la madrugada siguiente. A menos que piense alejarse dle centro, compre el billete más barato para la Innerraum (zona interior).

 

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