El Parque Nacional Los Alerces ubicado a sólo 50 km de Esquel, en la región andina del Chubut, con una superficie de 263.000 hectáreas que lo convierte en uno de los más grandes del país, fue creado en 1937 y es la única reserva de alerces milenarios que áun queda en el mundo. El alerce es la segunda especie viviente más longeva del planeta (después del pino longevo) y en la particular belleza natural del entorno. Recorrer sus senderos es tomar contacto con escenarios vírgenes, donde los bosques alternan con lagos, ríos, sorprendentes cascadas y rápidos en un marco de imponentes montañas y glaciares de altura, como los del cordón de las Pirámides y el cerro Torrecillas.
Es una pieza clave y fundamental para conservar los ecosistemas boscosos de la porción más austral y oriental de los Bosques Templados Valdivianos, una ecorregión considerada por los científicos como prioritaria y sobresaliente para la conservación a escala mundial. Comprende 188.379 hectáreas del Parque Nacional Los Alerces, de las cuales más de 7.000 protegen bosques milenarios de alerces, la especie más alta del Cono Sur latinoamericano, con ejemplares que alcanzan los 2.600 años de existencia.
El área protegida alberga otras especies amenazadas, como el huemul, en un entorno de imponentes montañas con hielos y nieves eternas que conmueven los sentidos y manifiestan una majestuosa naturaleza.
Los Alerces se encuentra en el noroeste del Chubut, a 50 kilómetros de la ciudad de Esquel y a 25 de Trevelin, sobre el límite con Chile, y forma parte de la Reserva de Biosfera Andino Norpatagónica (declarada por Unesco).
Esta reserva están también integrada por los parques nacionales Lago Puelo, Nahuel Huapi, Los Arrayanes y Lanín y por territorios provinciales de Río Negro y Chubut.
Hacia el Oeste, en su zona más húmeda se encuentra el Alerzal Milenario, un espectáculo que lleva en cartel más de 2600 años, estático y tan mágico como los enormes ejemplares de alerce que allí se ofrecen a las cámaras y el encanto de los visitantes. Las especies de fauna típica y en estado de retroceso que preserva este parque son tan simáticas como huidizas. Entre otras, el huemul, el pudú, la paloma araucaria y el gato huiña-
En la Villa Futalaufquen, eje urbano del parque, están concentrados la representación de la Dirección de Parques Nacionales, la intendencia y la administración. Alló se puede obtener información, así como permisos de pesca y de transito por los senderos del parque.
Agua y energía
Un espectáculo que nunca descansa es el del intrincado sistema lacustre del Parque Nacional Los Alerces: 300.000 litros de agua corren por segundo entre los numerosos ríos y espejos de agua que confluyen en el río Futaleufú y que mediante la represa homónima son aprovechados para la generación de energía. Creada en la década 1970 es la obra hídrica de mayor envergadura de la región.
El centro operativo y la sede administrativa del parque se encuentran en Villa Futalaufquen, donde se puede recorrer el Centro de Visitantes y una serie de senderos de baja dificultad para conocer los alrededores.
A unos cinco kilómetros de allí, se accede a Puerto Limonao y a la histórica hostería Futalaufquen, construida en 1944 por el arquitecto Alejandro Bustillo.
En marzo de 2017 se finalizaron obras sustentables en el emblemático Alerzal, que incluyeron la renovación total del histórico circuito, con nuevos puntos de observación, áreas de descanso y refugio para el visitante, lo que mejoró tanto la calidad como la accesibilidad de la experiencia y potenció el mensaje para generar conciencia ambiental.
Este recorrido exclusivamente pedestre de dos kilómetros por la Selva Valdiviana ofrece un sistema de información que incluye 12 grandes paneles interpretativos que destacan la importancia de conservar la biodiversidad, las características especiales de este ambiente y la función de los parques nacionales.
¿Qué hacer en el Parque Nacional Los Alerces?
Entre las actividades a realizar dentro del parque, se destaca el safari lacustre al bosque alerces milenarios que se inicia embarcándose en el lago Menéndez. Se llega a una zona de selva valdiviana y desde allí se camina unos 15 minutos hasta encontrar el Lahuan, que es un alerce de más de 2600 años de antigüedad.
Estas actividades de ecoturismo se pueden realizar teniendo a Trevelin como base, donde hay alojamientos para todos los presupuestos, principalmente vinculados a cabañas, hosterías y camping.
Hay un camping muy lindo para motorhomes, que al estar tan cercanos a la frontera con Chile, permite que muchas personas que recorran la zona con ese medio o en bici, tengan un lugar acondicionado.
Trevelin, que significa pueblo del molino, tuvo una excelente temporada cçon una ocupación promedio de entre el 86 y el 90% en enero y del 80% en febrero -con récord de visitante al Parque Nacional Los Alerces-, y para romper con la estacionalidad, extendió hasta el 31 de mayo su temporada de pesca, que se inicia en noviembre y finaliza el 30 de abril.
Es un segmento puntual específico y cuenta con 6 lodges de pesca con hosterías muy especializadas para el pescador, que viene principalmente de los Estados Unidos a pescar trucha y salmón, que son especies exóticas introducidas desde el país del norte.
El marco natural y la calidad del medio ambiente hace que la especie tenga una genética muy buscada. El lugar de pesca es el Río Grande, que desemboca en el Océano Pacífico, que tiene un cauce muy importante y es donde se ubican la mayoría de los lodges y los cotos de pesca.