Cerro Colorado en la provincia de Córdoba con sus más de 3000 hectáreas de pinturas rupestres en cuevas, es el yacimiento más grande de Argentina en grabados de los indígenas que habitaron esa zona antes de la llegada de los conquistadores en el siglo XV.
Se encuentra en los relieves preándicos desarrollados sobre el basamento cristalino y sobre formaciones geológicas posteriores que reflejan los cambios climáticos del Cuaternario (Digiovanni, Doffo y Villegas, 2003), 800 metros sobre el nivel del mar y en la sección final de la Sierra de Comechingones, en el Departamento de Río Cuarto. La hipótesis que orienta este estudio sostiene que los diseños de esta expresión estética se vincula a la ideología Formativa -aunque no necesariamente a su cronología- por sus elementos constitutivos y por el carácter de su composición.
Cerca de la localidad catamarqueña de Icaño, sobre la RP 2 existe un yacimiento recientemente descubierto con motivos muy distintos a los del Cerro Colorado, aplicados en cuevas profundas, con colores intensos y gran dinamismo en el movimiento pretendido. Para ver este tesoro hay que caminar bastante trecho a pie en compañía de algún guía que se toma en el Hogar Escuela de Icaño.
Otro lugar sobresaliente son las cuevas de Huachichocana con sus frescos a 21 km de Purmamarca por el viejo camino que conduía al Abra de Pibes, cerca de una escuelita donde es posible aveirguar el camino para alcanzar las grutas.
Y por fin debe mencionarse la gruta de Carahuasi en la quebrada de Cafayate, entre Santa Bárbara y Guachipas, donde toda una pared ha sido cubierta por brujos en la excepcional combinación de los colores negro, rojo, blanco y amarillo, ésta última tonalidad pocas veces vista en arte rupestre. Queda a unos 10 km. de la RN 68 que une Salta con Cafayate, sobre la sierra de Carahuasi, estribación septentrional de las Cumbres Calchaquíes.