En aras de mencionar lagunas qu epor su ubicación o denominación parecen rodeadas de encanto y misterio, además de la Laguna del Tesoro de Tucumán donde se cree que hay un tesoro escondido en el fondo, podemos citar algunas más.
En primer lugar las Lagunillas de Yala a 27 km de San Salvador de Jujuy que se alcanzan por un camino de cornisa tan angosto como empinado aunque muy pintoresco. Ubicadas a 2100 m a pie del maciso del Chañí, se encunetran enclavadas en un marco de gran belleza, si bien frecuentemente cubiertas de nubes. Sin embargo en un día claro se obtiene una vista fantástica hacia la llanura desde algunos puntos antes de alcanzar las laguinillas propiamente dichas.
En segundo término una laguna solitaria y romántica en el límite interprovincial entre Tucumán y Salta. Allí flanqueada por los cerros El Zaino, Parral y Guarracha a unos 1500 m.s.n.m. se cuentra una laguna absolutamente impoluta de unas 40 a 50 hectáreas de superficie y siete metros de profundidad. Alimentada por el arroyo Balde, llamado así mismo Nogalito o Salí posee dos riachos que la desaguan.
Ni siquiera existe una huella de herradura para llegar a esta laguna sin nombre.Hay que ir en coche hasta El Tala donde la RN 9 se aparta de su dirección sur-norte y de allí alcanzar la capilla Rearte. Una vez llegado a este punto de referencia sabemos qe la laguna queda a unos 15 km en dirección oeste. Para más datos hay que recurrir a los lugareños.
Y por fin no hay que dejar de mencionar La Laguna Brealito en la estancia Luracatao a 22 km de Seclantás por camino en subida y bajada, a veces rugoso pero transitable.
Es un ensueño de apacibilidad, en cuyas aguas se reflejan las nieves eternas del majestuoso Cachi. Paisaje delicioso y pristino.