Con todo lo grandes y bellos que son los lagos argentinos ninguno de ellos encierra tanto misterio como la Laguna del tesoro, que por su ubicación como por las leyendas que la rodean y su extraño nombre, no tiene rival en el país.
En Concepción, Provincia de Tucumán, 75 km al sur de SM de Tucumán abandonamos la RN 38 para tomar por la RN 65 rumbo a El Clavillo. Cruzando el puente sobre el río Cochuna entramos en el Parque Natural Provincial El Cochuna, un verdadero monumento a la flora subtropical donde los sonidos, los colores y las fragancia sno pueden ser más encantadores que en el legendario País de la Canela. Desde este punto podemos intentar de seguir el río, en parte por senda en constante ascenso ya que desde los 1000 m hay que subir hasta los 1750 metros que es la altitud de la Laguna del Tesoro. Otra posibilidad es continuar hasta La Banderita o La Atravesada y tratar de seguir una senda que nace allí. O bien desde Alpachiri a caballo o en mula acompañado por guía.
El espejo de ahua tiene unos 500 m de largo por 120 m de ancho y ocho metros de profundidad. Su desaguadero vuelca el líquido excedenete en el río Cochuna, pero no hay afluente. Es que la Laguna del Tesoro no es embalse natural, sino vertiente. ¿Será acaso aquella Fuente de la Eterna Juventud que los conquistadores n vano buscaron el La Florida?.
Pretende la creencia que en el fondo del estanque yace una bonanza valiosísima. Nadie sabe dónde se originaron tanto el bonito topósimo como la aún más sugestiva leyenda. Lo más probable es que se remonten al siglo pasado cuando en la falda oriental del Aconquija se explotaban minas de plata situadas no lejos del fabuloso Pucará del Aconquina.
Allí, al pie de los nevados de El Bolsón y El Clavillo, se extraía el minetal que luego solía transportarse a lomo de mula al llano. La senda pasaba forzosamente al lado de la Laguna del Tesoro, y así, se explicaría el origen del nombre.
Pero quizás haya algo más, porque hay varias leyendas al respecto. Y tal fue la atracción que estas ejercieron sobre los eternos buscadores de tesoros, que en cierto momento un grupo de aventureros llegó a acariciar sweriamente la idea de desagotar el estanbque para encontrar en su lecho el ansiado ‘tapado’.
Pero quien sabe si la Laguna del Tesoro no guarde realmente un botín valioso que aguarda ser descubierto.