En la ciudad de Zaragoza se han datado restos de más de dos mil años de antigüedad, se sabe que fue un núcleo poblacional ibero y que fue por la llegada de un césar romano cuando se cambió el nombre, y empezó a crecer como ciudad-Estado inmune romana.
Caesar-Augusta como era conocida antes Zaragoza, fue una ciudad romana que fue amurallada y construida junto al río Ebro, lo que le permitió ser un nexo de comunicación con distantes partes de España y salida necesaria a Europa del resto de España. Esto hizo que al cabo de todos los años de su historia haya ido acumulando habitantes hasta ser la sexta ciudad española y tener más del 50% de los habitantes de todo Aragón.
Es una ciudad de múltiples culturas, así podremos encontrar en la ciudad restos del románico, medieval, mudéjar, renacentista, barroco, neoclásica, modernista y contemporánea. Es una ciudad realmente cosmopolita y que ha sabido apreciar y conservar los legados del pasado.
Un gran ejemplo de esto, es el Palacio de la Aljaferia, del SXI con un marcado estilo mudéjar la actual sede de las cortes de Aragón, otro edificio con gran historia es la Catedral del Salvador, en la cual se encuentran cuatro estilos arquitectónicos, como es el románico, el gótico, el mudéjar y el barroco, y que además, en ese mismo emplazamiento, se ubicaba una mezquita de los tiempos de la conquista musulmana, que a su vez reemplazó a un templo romano construido en tiempos del César Augusto.
Aunque sin duda, el sitio más visitado y conocido de toda Zaragoza es su Catedral Basílica del Pilar, de un claro estilo barroco, entre las paredes de este templo podemos encontrar numerosas sorpresas, como son las pinturas de Maestro Francisco de Goya, así como diversas construcciones de arquitectos famosos como es la Santa Capilla de Ventura Rodríguez.
Aunque también la ciudad es joven y dinámica y no hace mucho fue sede la Expo del agua, motivo por el cual la ciudad entró en la época contemporánea con multitud de pabellones y edificios de lo más moderno de la época, dando un nuevo enfoque a la ciudad como es el edificio del agua y los puentes que se construyeron para la Expo del agua.
Y también tiene vida, ya que si quieres pasar un buen final de tarde y tomarte un refresco en alguna terraza de la ciudad, hay multitud de plazas donde es posible, ya que la conocida zona “el tubo “cuenta con innumerables bares y terrazas para poder disfrutar de la noche zaragozana.
Si nuestro interés es más cultural, podemos completar nuestra visita con algunos de los museos que nos presenta la ciudad, la oferta es variada y adaptada a todos los gustos, desde el museo de los tapices del salvador, como el museo de la Academia General Militar o los museos dedicados a la época romana como el del foro y el museo de la termas romanas, entre otros muchos.