Una de las entradas más conocidas de la ciudad de Pontevedra es por el famoso Puente del Burgo o Puente viejo, del que toma nombre la ciudad. Pontevedra es una ciudad eminentemente industrial pero que también conserva su pasado.
Buena muestro de ellos es la cantidad y calidad de los conventos, iglesias y demás edificios que conserva de épocas remotas, uno de ellos es el Convento de las hermanas Doroteas, en el cual se encuentra el Santuario de las Apariciones, lugar en el que vivió la principal vidente de las apariciones de Fátima Sor Lucía, que también afirma que se le apareció el inmaculado corazón de maría en este convento.
Uno de los edificios más bonitos de la ciudad es la Real Basílica de Santa María La Mayor, construido en el siglo XVI de estilo gótico tardío, es uno de los baluartes de la ciudad, junto a otras construcciones como la Iglesia de San Bartolomé, también de estilo gótico o la Iglesia de la Peregrina, del que la ciudad está especialmente orgullosa por su singularidad al ser la única iglesia redonda.
Las ruinas de Santo Domingo es otro sitio al que suelen llevar en las visitas guiadas por la ciudad dentro del museo provincial de Pontevedra, se conserva la cabecera de la iglesia, siendo un gran ejemplo del gótico gallego.
Pontevedra también dispone de multitud de edificios civiles donde se pueden apreciar los detalles de los mejores estilos góticos de la zona, como por ejemplo la casa de las campanas, del siglo XV, la cual se cree que es la más antigua de la ciudad. Otras obras de estilo gótico de Pontevedra son la antigua casa de correos.
El puente más conocido por aquellos que han transitado por la ciudad mientras recorren el camino de Santiago es el Puente de O Burgo, famoso por que en él se firmo la Paz de Lerez.
Debido a su intenta actividad en la edad media, la ciudad construyó numerosas plazas que aún siguen hoy en día, un ejemplo son la plaza de la Herrería que es la actual Plaza Mayor, como también la famosa Plaza de la Leña, retratada en multitud de ocasiones como plaza típica gallega.
Los palacios también son muy comunes, y en la plaza de la Pedreira podemos encontrar un claro ejemplo de ello, el Palacio de Mugartegui de claro estilo barroco, o el Palacio de los Cru y Montenegro que podemos encontrar en la Plaza de Méndez Núñez, destaca de esta casa su enorme escudo de armas en la facha y su antigüedad, es del siglo XV.
La plaza del muelle nos recuerda que allí se ubicaban los antiguos muelles medievales de la ciudad con una fuente de unos 30 metros de alto muy bien decorada. Por último, entre otras muchas, destacar la Plaza de la Peregrina, donde encontramos la Iglesia ya antes mencionada, y también el famoso loro Ravachol, que tuvo su protagonismo en un carnaval, que al morir el miércoles de ceniza, hizo cambiar la tradición que en lugar de celebrar el entierro de la sardina se celebre el entierro del Loro Ravachol.