La historia del archipiélago mallorquín está llena de invasiones, base de piratas y ataques de diferentes reyes e ideologías por hacerse con una de las bases del mediterráneo más seguras y perfectas para emprender empresas contra los barcos que pasan por allí.
Durante muchos años de la edad media, una vez terminado el califato musulmán, estas tierras fueron incluso terreno independiente del reino de Aragón, ya que se independizo e inicio ataques contra los barcos cristianos que pasan cerca suyo.
El imperio romano supo desde el primer momento que tenían que tener bajo su dominio este conjunto de islas, y aunque no fácil, por las defensas de sus famosos honderos, se hizo con ellas y con una unidad auxiliar que ayudaría en sus futuras batallas, ya que la pericia de los honderos mallorquines hacia que los escudos y armaduras de los soldados rivales no surtieran mucho efecto.
Aunque en la isla se han encontrado restos desde el neolítico, fue en la alta edad media donde tomó un papel más protagonista y son de esa época las estructuras que aún se conservan en las islas cercanas como Menorca, Ibiza y Formentera.
El elemento defensivo y de mayor importancia de la isla es el castillo de Beliver, ubicado en la ciudad de Palma de Mallorca, es uno de los 3 castillos en todo el mundo que tienen su planta circular, es maravilloso de ver y las vistas desde sus torres de toda la ciudad y la bahía son una buena oportunidad que no se debe dejar escapar, y más ahora que han ido descubriendo los túneles que había debajo del castillo y que algunos son hasta visitables.
El Castillo Alaró ubicado en plena sierra de Mallorca, fue el último lugar que los cristianos aguantaron cuando la invasión musulmana, aunque actualmente no podremos disfrutar de más de unos pocos restos de la muralla musulmana y la silueta de sus estancias, es un mirador perfecto desde donde contemplar toda la costa mallorquina.
Ya en la ciudad, Palma de Mallorca nos regala muchos monumentos y lugares dignos de visitar, como es su preciosa catedral consagrada a Santa María de Palma de Mallorca, es de estilo gótico levantino, destaca su gran rosellón y al estar situada muy cerca del mar justo detrás de las murallas de la ciudad, hace que sea un enclave perfecto para disfrutar de un paseo por el lugar, donde podremos disfrutar de los fosos y jardines que la rodean.
El Monasterio de Lluc, donde reside la Virgen de Lluc, patrona de la ciudad, es uno de los lugares predilectos por los mallorquines, que acuden hasta aquí para poder disfrutar de su patrona, al igual que del monasterio, de gran valor arquitectónico y paisajístico.
Las playas del entorno de Palma de Mallorca, como la conocida zona del S’Arenal, son frecuentadas todos los veranos por miles de visitantes Alemanes e Ingleses, atraídos por las promociones de los hoteles, donde la pulserita de todo incluido por poco precio es un oferta común en este tipo de lugares.