Por deseo de Leonor de Toledo esposa de Cosme I, surgió en la antigua colina de Bóboli este parque jardín a la italiana, espléndido que refleja el gusto del Renacimiento tardío en todos sus aspectos: arquitecturas arbóreas, prados, grutas, fuentes, etc. Fue comenzado por Tribolo en 1550; lo continuaron Amannati, Buontalenti y Alfonso Parigi.
Podemos entrar al jardín por la puerta situada a la izquierda de la fachada del palacio, es la llamada puerta de Baco porque muy próxima a ella se encuentra la fuente de ese nombre en la que su autor Valerio Cioli (s. XVI) nos ha dejado la figura del bufón de Cosme I, el enano Morgante montando una tortuga. Por la parte superior puede verse el corredor de Vasari que se prolonga hasta el Palacio Viejo.
Siguiendo la dirección del corredor vasariano no tardaremos en encontrarnos ante la gruta de Buontalenti (1583), la galería artificial que la constituye está adronada de estatuas en las partes más amplias entre las que admiramos la bella Venus de Giamboloognam en el tercer ensanche. Los Esclavos que aparecen en la primera parte de la galería son estucos sacados de los originales de Miguel Angel que guarda la Galería de la Academia.
Prosiguiendo nuestro paseo hacia la derecham por la senda que traza su línea sinuosa hacia lo alto, llegaremos al amplio Anfiteatro construido por los Médicis en el s.XVII. En el centro una gran bañera de granito procedente de las Termas de Caracalla. El obelisco egipcio procede también de Roma.
Desde la explanada podemos admirar el patio del palacio; acercándonos a la balustrada podremos ver la fuente que lo cierra y que debido a su forma ha recibido el nombre de ‘EL Carciofo’, la alcachofa; es obra de Tadda y Susini (s. XVIII).