En la antigüedad se disntinguía entre Mallorca y Menorca (las Gimnesias) e Ibiza y Formentera (las Pitiusas) habiendo tenido siempre todas ellas un importante vlor comercial y militar. Ibiza fue ocupada por Cartago; Roma dominó Mallorca y Menorca; en el siglo XIII fueron incorporadas al Reino de Cataluña-Aragón; Menorca fue inglesa en el siglo XVIII.
Las considerables distancias entre las islas mayores hacen que sea muy acusado su carácter insular y solitario, y que cada una posea una fuerte personalidad. Geográficamente son una prolongación de las tierras peninsulares próximas con llanuras y numerosas colinas en Ibiza, con grandes bahías y enhiestas cordilleras en Mallorca y de modelado uniforme Menorca.

El turismo ha sido un factor decisivo en el desarrollo económico reciente, con datos tan significativos como el de que Palma de Mallorca reciba miles de pasajeros por día en verano.

Qué ver en las Baleares

Entre las cosas dignas de ver detacan las Cuevas del Drac y de Artá; las taules, navetas y tayalots, los monumentos de la arquitetura gótica (catedrales, casas señoriales); las casas populares ibicencas; el castillo de Bellver; los conjuntos de Valldemosa, Deía, Sóller, Inca, Pollensa, Alcudia, Formentor y Mancor (en Mallorca); el conjunto histórico-cultura de Ciudadela y las casas de Mahón (en Menorca) la ciudad de Ibiza. Y las fiestas de San Juan de Ciudadela, las fiestas populares de “vernar”, “de dijous Bo”, d elos “botifarrons”, del “vimer”; las danzas de “Es Cossiers” las canciones populares, etc.

Gastronomía de las Baleares

Entre los platos a probar en las Islas están: el tumbet, coca amb verdura, ensaimadas, sobrasada, lengua con alcaparras, arrós brut, escaldums, botifarrons, etc.

Las Baleares han atraído personas de todo el mundo, desde artistas y escritores del siglo pasado, royals de todo el mundo, hippies, que han encontrado en las islas la tierra de la utopía, con su calma proverbial, sus maravillosos paisajes y su mediterránea cultura popular.