Bruselas fue fundada en el año 979. Aunque historias de boca en boca y leyendas varias aseguran que los orígenes de la ciudad datan de fines del siglo VI. Fue allí cuando el clérigo San Gorik construyó una pequeña capilla en una pequeña isla formada por el río Senne, el río que aún es parte de Bruselas.
El primer testimonio escrito acerca de la existencia de Bruselas se da en el año 977 cuando el emperador germano Otto II dió la baja Lorena a Carlo de Francia. En esos días la isla se llama Isla de San Gotik. Carlo de Francia decidió construir un castrum o fortaleza en la isla: Bruselas había nacido. Al final del siglo X después de la muerte de Carlo, baja Lorena fue tomada por Lamberto de Lovaina. En mitad del siglo XI, Lamberto Baldric decidió construir una nueva fortaleza.También comenzó a construir los primeros muros de la ciudad. Durante siglos Bruselas se hizo más y más importante con el paso de los siglos. En el siglo XIII se llevó adelante una revolución. Los gremios salieron a luchar contra las clases más altas. Más adelante habría una recesión económica que duró 50 años, en el siglo XIV. Pero Bruselas salió adelante y empezó a producir bienes de lujo. Durante el mismo período, Felipe II de Borgoña se casó con Margarita; a a partir de ese momento los burgundos (una tribu germánica) comenzaron a dominar Bruselas. Pero no por mucho tiempo ya que después de la muerte de Carlo en 1477 su hija se casó con Maximilano de Austria asi que los Habsburgo comenzaron a dominar Bruselas.
En 1555 el emperador Carlos V abdicó. Su sucesor fue Felipe II. Después de unos años, comenzó a pelear con Guillermo de Orange, quien dominaba Holanda, Zelandia y Utrecht. Guillermo de Holanda era de pensamiento liberal y ayudó a Bruselas a echar al duque de Alva representante de Felipe II. Más adelante, después de 8 años el duque de Alva volvería para intentar ganar Bruselas lo que sumió a la ciudad en una recesión económica. Un nuevo período de calma comenzó cuando la sucesora de Felipe II, Isabella se casó con el archiduque Albrecht de Austria.
En 1695, Bruselas fue bombardeada por el rey de Francia Luis XIV. Los resultados fueron desastrozos; 4000 casas y la Grand Place fueron completamente destruidas.
A comienzos del siglo XVIII los emperadores austríacos tomaron Bruselas. Si bien los ciudadanos se levantaron en una revuelta, más tarde tuvieron que rendirse.
El último emperador extranjero de Bruselas y actual rey de Bélgica fue el emperador holandés William I quien se tuvo que ir de Bélgica en 1830 cuando comenzó una batalla por la independencia en Bruselas.
El 21 de Julio de 1831 el rey belga Leopoldo I ascendió al trono. Bruselas se convirtió en la capital de de un nuevo reino belga. Aquí comenzó un nuevo período para reconstruir la ciudad. Se construyeron hermosos edificios, se demolieron los muros de la ciudad y la ciudad se expandió no solo en edificios. Se organizaron numerosos congresos, se fundaron organizaciones científicas, artistas extranjeros, filósofos, científicos y otros encontraron su camino en Bruselas (Karl Marx, Víctor Hugo, Proudon, etc.).
Entre la primera y la segunda guerra mundial en progreso de Bruselas continuó.
Después de la II Guerra Mundial, Bruselas se dividió en dos regiones semi independientes: las provincias de Flandes y Valonia. Bruselas se convirtió en un distrito con su propio gobierno (con poderes restringidos).
Más adelante con la conformación de la Unión Europea, Bruselas se convirtió en la capital de Unión. Aún más, la OTAN decidió establecer su sede central cerca de Bruselas en Evere. Todas estas instituciones, todo tipo de industrias, plantas le han dado a Bruselas una inyección económica enorme. El lado negativo es que Bruselas le ha costado mantener el lado histórico de la ciudad y a la vez permitir a los tiempos modernos entrar en la ciudad.