El turismo rural tiene que ver con visitar destinos lejanos de las áreas metropolitanas, y de los enormes resorts y ciudades para hacer turismo. En muchas instancias el turismo rural involucra a viajeros que visitan pequeñas comunidades y experimentan la vida tradicional de esas comunidades.
El turismo rural se puede superponer con el ecoturismo que tiene que ver con viajeros que hacen tours amigables con el medio ambiente a lagos, bosques, junglas y otros ambientes naturales que no han sido desarrollados a gran escala por el turismo comercial.
Los viajes a áreas rurales pueden durar unas horas, varios días o incluso meses. A menudo se visita zonas agrestes alejadas, con poca o nula infraestructura para el entretenimiento.
Algunas agencias de turismo organizan tours guiados a estas areas pero la mayoría de las veces son los mismos turistas los que palnifican sus propios recorridos.
En algunas provincias las familias restauran antiguos caserones rurales que es difícil vender para ser utilizados en turismo rural. Los caserones mantienen esa estructura de campo. Se ofrece servicio de comida y limpieza. La gente puede descansar en un entorno natural alejados del ruido ya sea para leer, estar con amigos, la familia. Casi como en un retiro espiritual. Los viajeros realizan senderismo y cabalgatas como actividades principales.
En algunos países el turismo rural se impone para los profesionales y trabajadores estresados después de duras semanas de trabajo. El turismo rural compensa el estrés cotidiano llevando a los visitantes a un estado de calma y tranquilidad que pocas veces pueden experimentar en sus comunidades.
El turismo rural promueve, potencia y apoya a las comunidades rurales de un determinado destino, a través de la creación de experiencias turísticas, actividades culturales, deportivas y recreativas, cuidando de preservar la riqueza y belleza del patrimonio ambiental local y, al mismo tiempo, contribuyendo al desarrollo económico del territorio.
Muchas zonas rurales están devastadas por la falta de industrias y de empleo. Granjeros que antes vendían sus granos ahora pueden complementar sus ingresos dando espacio en sus instalaciones a turistas. Incluso algunos pequeños noegocios de artesanos, marroquinería local, prendas de vestir pueden ofrecer estos productos a turistas.
En Estados Unidos algunas comunidades han impuesto leyes por las cuales los propietarios no pueden modificar sus instalaciones rurales y no se pueden reformar bares a beneficio de grandes corporaciones para mantener ese espacio rural y agreste. Esas leyes sirven para que estas comunidades no pierdan su encanto original que las distingue de las áreas urbanas, en cuanto crezca el turismo rural y se conviertan ni en una cosa ni en la otra. Normativas en algunas áreas rurales limitan el número de turistas por temporada a fin de que los viajeros no molesten a las especies animales o incrementen la polución y los desperdicios.
Además, el concepto de turismo rural se confunde a menudo con el de “agroturismo”, “ecoturismo”, “turismo verde”, “turismo salvaje”, “turismo lento” y “turismo sostenible”. No cabe duda de que el turismo rural es una forma de turismo lento, consciente y sostenible, pero, por ejemplo, existen algunas diferencias entre el turismo rural y el agroturismo. Por turismo rural entendemos en sentido amplio el uso de espacios rurales y naturales para uso recreativo, en formas sostenibles (con bajo impacto ambiental) y orientadas al desarrollo del territorio, incluso sin la presencia de empresas agrícolas, característica, en cambio, de la forma agroturismo (regulada por leyes regionales).