La Piazza della Repubblica estuvo dedicada a Víctor Manuel II. Para levantarla se derribó el Mercado Viejo, centro económico de la antigua Florencia, en 1895, como recuerda la inscripción del arco, bastant epesado por cierto. La plaza ofrece, con sus cafés-concierto un excelente lugar de reunión a florentinos y turistas. A la izquierda del arco mencionado, el soportal del edificio de Correos y Telégrafos, de Sabatini y Vagnetti (1917). Frente al Hotel Savoya, la estatua de la Abundancia domina desde su alto pedestal; es la repdroducción del estatua que se encontraba en este lugar cuando existía el Mercado Viejo.
A la derecha del edificio de los Almacenes Upim, la elegante calle Calimala lleva al conocido Mercado Nuevo o de l apaja, con el Pórtico o Lonja de Juan Bautista del Tasso (1547-51); el famoso jabalí, llamado il porcellino (el cerdito) de Tacca (1612) está restaurado y es una copia del antiguo original de mármol que guarda la Galería de los Oficios. Antiguamente se encontraba aquí el centro bancario de la ciudad de Florencia. En el centro del pórtico, una pequeña losa circular donde se castigaban las nalgas desnudas de los ciudadanos en bancarrota ante la burla de los florentinos que a tal castigo le daban el nombre de pubblica berlina. La calle Por Santa María con sus edificios reconstruidos después de la última guerra, conserva en parte el sabor añejo de algunas casas-torres medievales que salpican esta zona de la ciudad, sobre todo la calel de las Termas y Borgo Santi Apostoli, dos bocacalles a la derecha. Continuando nuestro paseo descubrimos a la izquierda de Por Santa María una plazoleta con su Iglesia, la Plaza e Iglesia de S Esteban y Santa Cecilia. La Iglesia data de 1116 con sucesivas transformaciones después de haber sido destruida por las bombas alemanas en 1944 se ha reconstruido con su aspecto original.
Puente Viejo: Se tribuye a Neri de Fioravanti que en 1348 sustituyó con éste el de madera arrastrado por la inundación de 1333. Este puente sufrió los daños causados por las tropas alemanas en retirada y últimamente los de la inundación del 4 de noviembre de 1966. Sus tiendas de joyería , de escaparates típicos y cerraduras antiguas, lo han dado a conocer al mundo entero como el puente de los orfebres, tan como quería Cosme I; anteriormente lo ocupaban vendedores de carne y jiferos. El busto de Cellini que remata la fuente de la terraza central es de Romanelli (1900). Por encima de las tiendas del lado izquierdo pasa el corredor de Vasari que une la Galería de los Oficios con el Palacio Pitti.
Al final del Puente Viejo comienza la calle Guicciardini, reconstruida después de la última guerra. Siguiéndola, encotramos a la izquierda, bajo el pasaje de Vasari, la Iglesia de Santa Felícita, en la plazoleta homónima. La Iglesia es del s.XI y se levantó sobre un antiguo cementerio; ha sufrido varias transformaciones durante los siglos. Bajo el pórtico de entrada, a la derecha, Tumba del Cardenal de Rossi, de Rafael Montelupo, trasladado a este lugar en 1736.
En el interior de la Iglesia podemos admirar el famosos Descendimiento de Pontormo en la primera capilla de la derecha. La Capilla de Capponi que Brunelleschi erigió para los Barbadori fue retocada por Ruggeri al restaurar la Iglesia. Desde las galerías de la parte superior los Grandes Duques de Lorena asistían a las funciones religiosas, venían a la Iglesia desde el Palacio de Pitti a través del pasaje de Vasari.
Continuando por la calle Guicciardini, el recuerdo de dos grandes florentinos nos sale al paso: la casa donde vivió Machiavelli, en el n. 18 donde se ha colocado una lápida y más adelante, a la izquierda el palacio Guicciardini, donde nació el historiador que lleva ese nombre, el bonito jardín que verdea al fondo se atribuye a Baccio de Agnolo. Mientras tanto hemos llegado a la Plaza Pitti; no tardará en aparecer frente a nosotros la mole imponente del palacio.