A mediados del siglo XIX, la ciudad de Huelva se convirtió en territorio inglés, y todavía conserva la huella de ellos en barrios y construcciones marítimas como El Barrio de la Reina Victoria o el Muelle Embarcadero natural de Riotinto.
En cuanto a su clima, es el más fresco de todas las ciudades andaluzas por su situación en la franja costera onubense, donde se mezcla el mediterráneo con influencias atlánticas.
Al igual que Cádiz, Huelva, destaca por sus fiestas, sus playas y sus pescaitos fritos. Los platos principales de la gastronomía de Huelva son la carne de cerdo ibérico, el jamón ibérico y la chacina, que son carnes conservadas, adobadas o embutidas. Por supuesto, cuenta con vinos generosos, una auténtica delicia para los paladares más sofisticados, entre los que destacamos, los tintos, espumosos procedentes de Almonte. Cuenta con un amplio entorno natural, parques y jardines.
El Parque Moret, situado en el interior del casco urbano, conocido como el Pulmón Verde, es uno de los mayores y mejores de Andalucía. En cuanto a pueblos, no podéis dejar de visitar El Rompido, especialmente, en el mes de agosto en el que se celebran sus fiestas, y un ambiente de hermandad y festividad muy divertidos. Las Playas de Huelva, son mucho más que playas, con la combinación perfecta de arenas blancas, aguas, dunas, y pinares que dejaran cautivados a los visitantes. Existen muchas, pero destacamos como las populares, las Playas de Ayamonte, de Isla Cristina, Islantilla, de Lepe, Punta Umbria, Cartaya o Palos de la Frontera, son algunas por las que podréis empezar y solo se trata del principio.