Córdoba es la tercer provincia más grande de Andalucía, por detrás de Sevilla y Málaga.
A cada paso por la ciudad os encontraréis con restos del califato de Córdoba de Abderramán III, quien reinó la región hace diez siglos. Mezquitas, baños árabes y zocos campan a sus anchas por toda la ciudad, creando una sensación espacio temporal, que situará a los visitantes en el esplendor de los siglos XI, XII, y XIII de la cultura musulmana.
Córdoba, ciudad milenaria, se encuentra plagada en su casco histórico, el segundo más grande Europa, de monumentos y lugares de interés: el Templo Romano, el anfiteatro, Iglesias Fernandinas, esculturas urbanas, puentes, especial mención y alto en el camino merece, el Puente Romano. Jardines, parques y entornos naturales, entre los que cabe destacar, Los Jardines de la Victoria, El Parque de Miraflores, con la escultura Salam de fondo y el Parque de la Asomadilla con 27 hectáreas, recrea un bosque con lo mejor de la vegetación mediterránea.
Pero, el edificio más importante, símbolo y orgullo de los cordobeses, es, sin ninguna duda, la Mezquita-Catedral de Córdoba. Edificio declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, con 23.400 metros cuadrados, fue la segunda mezquita más grande del mundo en superficie. Su construcción comenzó en el 785 con la invasión musulmana de la península ibérica sobre el templo cristiano más importante de la ciudad.
Después de la Reconquista, en 1238, se llevó a cabo su consagración como catedral. Es el monumento más importante de toda la arquitectura andalusí junto con La Alhambra.