Antofagasta de la Sierra es una localidad ubicada a casi 500 km de la capital de Catamarca. Enclavada en plena Puna catamarqueña, a 3000 metros sobre el nivel del mar.
Esta tierra despoblada, posee montañas, volcanes, desiertos, donde se puede hacer turismo de aventura, andinismo, mountain bike, y supervivencia y apreciar la aridez más extrema. Antofagasta de la Sierra ostenta numerosos conos de más de 6.000 m. de altura, con depresiones que conforman cuencas cerradas con lagunas y salares. Con sus 28.000 Km2 es el departamento más grande de la Provincia y tiene apenas 1.300 habitantes.
Se puede acceder a Antofagasta de la Sierra en avión hasta la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca y de ahí por vía terrestre a través de la Ruta Provincial Nº 43 o de la Ruta Nacional Nº 38. Senderos de herradura, más de 20 volcanes de tonalidades infinitas, alteraciones geológicas con oro y plata, delgados rios con grandes truchas arco iris, con una atención especial para el turista.
La geografía es montañosa con importantes formaciones como las Sierras de Calalaste, Aguas Calientes, Sierras de Antofalla, Los Colorados, las Sierras de Buenaventura, donde grandes extensiones cubiertas por salares que dan una particular belleza a cada sector.
El clima en esta región del país es seco y árido; en verano la temperatura varía entre los 33º y 19º C; en invierno la máxima es de 21º y la mínima de 1º C .
Cuenta con los servicios apropiados para promocionar distintas excursiones por toda la Puna catamarqueña. Visitar yacimientos arqueológicos, realizar ascensiones a la alta montaña, conocer a las artesanas tejedoras dispersas por todo el sector, efectuar safaris fotográficos o concurrir a sitios especiales para la pesca de truchas, son algunas de las múltiples actividades que se pueden realizar en la imponente región.
Campos de lava y cerros con médanos atraen a los amantes del turismo deportivo, 4×4, enduro y mountain-bike.
La práctica del andinismo y la supervivencia, desafía a los picos de Antofalla (6409 m.), Galán (5912 m.), Peinado (5741 m.) y Nevado Laguna Blanca (4750 m.) entre otros.
También es posible realizar safaris y obtener fotografías de flamencos rosados, vicuñas, suris, gallaretas y otras especies características de su fauna.
Excursiones al Cerro Torreón, a la Reserva Natural Laguna Blanca, al Salar del Hombre Muerto y a los volcanes de Antofagasta, Alumbrera y Galán -uno de los más grandes del mundo- son puntos que no se pueden dejar de conocer al recorrer la comarca.
Antofagasta de la Sierra es sin duda el lugar indicado para hacer base y visitar esta agreste región de la provincia de Catamarca.
Atracción arqueológica
En Antofagasta de la Sierra existen pruebas de vida humana que datan de hace miles de años atrás. El arte rupestre puede encoentrarse en rocas volcánicas donde se ven figuras humanas talladas, serpientes de dos cabezas, huellas de suris o máscaras.
La zona es rica en petroglifos que dan cuenta de la existencia de antiguos habitantes.
El Departamento de Antofagasta de la Sierra forma parte de la Puna de Atacama que fue ocupada por poblaciones humanas desde hace aproximadamente 10.000 años. Los primeros cazadores recolectores vivieron en abrigos rocosos.
Las primeras aldeas se asentaron en las cercanías de la actual villa de Antofagasta, a partir del 500-600 a.C. y desde ese momento grupos de pastores y agricultores desarrollaron un interesante y rico proceso cultural.
Se puede visitar el Pucará de la Alumbrera, una fortaleza Inca con muralla en forma de U, ubicada entre la Laguna y el Volcán homónimo. Vecinas al Pucará, se encuentran las Ruinas del poblado indígena de Coiparcito, que son vestigios arqueológicos de una primitiva población agroalfarera.
En los petroglifos de Las Peñas se puede observar el arte rupestre realizado en enormes farallones rojizos, allí están representadas diversas imágenes de la vida cotidiana, pero predominan las figuras de camélidos en manadas.
Ademas, Antofagasta es el único sitio con arte rupestre del país en el que aparecen grabados en el suelo: el Campo de las Tobas. Se trata de una zona de 3.700 m2 que tiene unas rocas blandas que se prestan para la incisión, en las que pueden observarse cerca de 250 motivos, en los que las representaciones antropomorfas se mezclan con otras geométricas y con muchas de pisadas, lo que indicaría que era un lugar de tránsito y esto era usado como un sistema de señalización.