Alta Gracia tiene una importante historia, labrada por las misiones jesuíticas hace más de 400 años.
Ingresando por Av. Libertador General San Martín y tras cruzar las vías del ferrocarril, continuar por Av. Belgrano. Si sigue 400 m más hallará un conjunto monumental más importante de la ciudad. Puede estacionar junto a la plaza para recorrerlo.
Iglesia Nuestra Señora de la Merced: Posee una única nave con crucero coronado por una cúpula sostenida en un mucro curvo, que se observa desde el exterior; es el único ejemplo con esta característica en la arquitectura colonial argentina. Tiene una fachada barroca sin torres campanario, sobresaliendo la cúpula por sus líneas armónicas. Desde el interior del patiode la residencia se ve la espadaña, una de cuyas campanas está fechada en 1879.
Al costado y formando un conjunto con la iglesia está:
La Residencia Jesuítica: Fuen un lugar de alojamiento reservado para los sacerdotes y hermanos que gobernaban la estancia y los talleres. Está resuelta en dos plantas en forma de L que con la iglesia rodean el Patio de Honor o claustro de los religiosos. La segunda planta posee una galería de arcos que rodea la Patio de Honor y a la que se sube por un aimportante escalera central.
A la galería abren una serie de habitaciones hoy destinadas al Museo Histórico Casa del Virrey Liniers donde se exponen muebles y utensilios de principios del siglo XIX integrados en ambientes de la época. Interesante ver ‘los lugares comunes’ nombre que se daba a los servicios sanitarios, resuletos en dos plantas y con sistema de agua corriente.
La residencia, después de la venta de la propiedad en 1773, fue usada como casa de la estancia por los sucesivos propietarios. Declarado Monumento Histórico Nacional en 1968 fue restaurada en 1977.
El Obraje. Paralela a la iglesia y al otro costado de la calle Nieto existe una construcción de habitaciones abovedadas que alojó la primera iglesia que tuvieron los jesuitas y más tarde dió cabida a los talleres. Hoy es sede de una escuela. Enfrentando la residencia y al otro de la avenida está
El Tajamar: Hoy es sede de la Dirección Municipal de Turismo. Cruzando en diagonal se encuentra el Museo de la Ciudad que también alberga la Dirección de Cultura esta casona fue construida en 1891 y fue residencia de Juan Félix Cafferata.
Continuar la visita en coche para hacer una recorrida po rl aciudad. Siguiendo por avenida Sánez Peña y Sarmiento llega a la parte alta de la ciudad. Se recomienda recorrer la Villa Carlos Pelegrini que surge del impulso turístico de principios del siglo XX dado por la alta sociedad de Buenos Aires y Rosario. Hallará construcciones del estilo francés, italiano, neocolonial, sobresaliendo las de influencia inglesa, muy pintorescas, con estructura de madera, galería sobre fachada principal, techos de zinc en pendiente y crestería decorada en hierro. Siguiendo el recorrido por L.N. Alem., boulevard Pelegrini y Avellaneda hallará chalets construídos por G. Franchini, promotor inmibiliario destacándose el ex hotel Oberá (hoy Hotel Hispania) al casa Ernesto Che Guevara, que habitaba en su infancia, por razones de salud, uno de los protagonistas de la lucha revolucionaria en América Latina, el hospital ferroviario (antes Sanatorio Montaña) varias viviendas y el ex Sierras Hotel, construida en 1908 y su casino en 1914, con una ubicación privilegiada, buenas vistas, habitaciones que abren galerías haci alos jardines y campo de golf, fue el generador de la vida social. Hoy está en estado de abandono, pero se puede transitar por los jardines.
Museo Manuel de Falla
El museo estrá ubicado en el chalet “Los Espinillos”, donde residiera el compositor español Manuel de Falla, quien falleció allí el 14 de Noviembre de 1946. Entre sus obras se recuerdan especialmente El amor burjo, El sombrero de tres picos, El retablo de Maese Pedro. En 1956 el gobierno provincial expropió la casa y la abrió como museo en 1970 exponiendo pertenencias del músico. Esta residencia la hace construir Figueroa Alcorta y luego fue propiedad de Ángel Gallardo, ministro del Presidente Marcelo T. de Alvear. Ex excepcional la vista de las sierras desde el balcón lateral, a cuyo pie hay un pequeño anfiteatro al aire libre para recitales. Frente a la casa de de Falla hallará el acceso al Golf Club que caracteriza otro momento de florecimiento del alto, ocupación que data de la década sdel 30 y en la que sobresalen construcciones neocoloniales.
Vuelva a Av. Sarmiento, continúe por ésta subiendo a las sierras hacia la Gruta cruzando el arroyo junto al balneario El Cañito. Siga 1,5 km hasta finalizar el pavimiento. Allí ingrese a su derecha por un portal de piedra al Santuario de nuestra Señora de Lourdes. Cavado en la roca, en terrenos donados por la señora G. Achával Rodríguez en 1917 concentra infinidad de fieles, siemdo masiva la peregrinación del mes de febrero. El santuario en manos de los Padres Carmelitas, brinda los servicios para recibir a los feligreses, estacionamiento cubierto, santería, restaurante.
Regresando al portal de acceso y siga a su derecha unos 2 km por camino de tierra para llegar a Los Paredones. Observará allí un arco de piedra sobre el camino que a su derecha cruza el río embalsando sus aguas. Data de la época jesuítica en que actuó como dique nivelador de El Tajamar. Se integra a otros cuatro similares que se encuentran ingresando a la reserva ecológica y que no están en igual estado de conservación. Hoy es un balneario que no dispone de infraestructura.