Santa Rosa de Tastil es un pequeño pueblo rural ubicado a 100 km de la ciudad de Salta sobre la ruta 51 y acompaña en casi todo su recorrido al Tren a las Nubes. La población es escasa, ya que según varios censos, los habitantes no llegan a las 150 personas. A pesar de su poca población, Santa Rosa de Tastil carece de servicios básicos como la electricidad o la comunicación telefónica, el pueblo esconde un importante recuerdo del pasado glorioso de los pueblos indígenas que en un momento gobernaron Latinoamérica.
A unos pocos metros de la ciudad de Santa Rosa de Tastil se encuentran las ruinas incas, y por ello es considerada “el mejor exponente preincaico del país”. En ese entonces Tastil era un lugar de transición entre el altiplano y los valles más ricos y poblados, como los Valles Calchaquíes. El poblado fue establecido antes del imperio Inca, por lo que se presume que sea uno de los restos arqueológicos más antiguos del mundo. También se cree que el pueblo de Santa Rosa de Tastil, en el pasado, pudo llegar a ser un importante centro urbano con más de 2.000 habitantes, lo que la convertiría en una de las ciudades más pobladas de la región.
La ciudad hoy en día es considerada como un patrimonio nacional por el gobierno argentino y se ha convertido en uno de los centros arqueológicos más visitados de Salta.
Para complementar la curiosidad de los viajeros por saber más sobre las ruinas de la ciudad y el pasado indígena de Salta, se construyó un museo regional donde se muestran varios tejidos, máscaras y objetos de cerámicas tradicionales que fueron creados por los antiguos pobladores de la región.
En el pueblo se pueden comprar sweaters de lana de llama y ponchos de colores. La gastronomía es local y humilde. Se peuden comer empanadas fritas de carne y mondongo
Además del museo y el complejo arqueológico, la ciudad de Santa Rosa, como tal, puede ser considerada como otro atractivo turístico, ya que sus pequeñas y simples estructuras se contrastan de forma perfecta con el paisaje desértico de la región.
El poblado preincaico fue descubierto en 1903 por el arqueólogo sueco Eric Boman; en diciembre de 1997, fue declarado Monumento Histórico Nacional y, el año pasado, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura declaró Patrimonio Mundial al Camino del Inca, incluido el sitio arqueológico.
Destaca la capilla de Santa Rosa de Lima, patrona del lugar, con sus paredes laterales rosas, sus dos torres bajas y el frente dibujado como si fueran bloques de piedra a la vista y, un kilómetro más adelante el típico cementerio andino, bordeado en rectángulo por pircas y con cruces rudimentarias sobre la ladera del cerro.
El único edificio moderno es el Museo de Sitio Tastil, donde se exhiben piezas y objetos del sitio arqueológico, entre ellas indumentaria, pelucas, peines, puntas de flecha, restos de alfarerías y petroglifos.