Historia de Santiago de Compostela

Santiago, hijo de Zebedeo y de Salomé, era pescador en el mar de Galilea; se hace discípulo del Señor, quien le da el apelativo de “Boanerges” (hijo del trueno) por su carácter ardiente.
Después de la muerte de Jesucristo, Santiago llega a España predicando el Evangelio. En su recorrido apostólico se le aparece la Virgen, en las orillas del Ebro, y le “profetiza” la Basílica del Pilar. Más adelante regresa a Palestina, donde es degollado por Herodes Agripa en el año 44.
SantiagoApostolLa tradición nos cuenta cómo su cuerpo es recogido por los discípulos quienes lo trasladan a Iria Flavia, florenciente puerto romano. De la travesía marina, surge la popular leyenda de las “vieiras” que narra como un jinete (que acompañaba por tierra a la barca del Apóstol en su recorrido por las costas gallegas) se hunde envuelto en las riendas del corcel, para aparecer recubierto por conchas de vieira (de ahí el empleo de al concha como símbolo del peregrino).
Llevan el cuerpo tierra adentro, atravesando los dominios de la reina Lupa (que habitaba en el castro lupario) a quien piden permiso para sepultar al Apóstol; ella los envía a Filotro (autoridad romana) que los manda prender, logrando escapar milagrosamente, otra vez en presencia de Lupa amansan unos toros y la reina se convierte al Cristianismo, cediéndoles terrenos para el enterramiento.
Dejan elegir libremente a los bueyes el camino, deteniéndose en el lugar llamado Liberum Donum, donde depositan el sagrado cuerpo, cobijado por un monumento con altar. Quedan a su cuidado los discípulos que lo habían traído (Atanasio y Teodoro) que al morir son sepultados con el Apóstol.
Empiezan a visitar el lugar los fieles cristianos, hasta que, después de varias persecusiones, Vespasiano prohíbe estas reuniones en el año 257. Por esto se oculta el monumento y pronto queda olvidado entre la espesa vegetación. El paso de los siglos va dejando huellas de sucesivas civilizaciones (romanos, bárbaros y cristianos).
En el año 813 corren noticias de que el monje Pelayo (que atendía la comunidad de San Fiz) había visto resplandores y oído cánticos celestiales en un bosque cercano. Se notifica el suceso al obispo Teodomiro de Iria Flavia, que acude a comprobar el hecho y así se descubren en el mismo año, los restos de una pequeña cripta con los restos de Santiago y sus discípulos, y una lápida con inscripción que lo ratificaba. Al enterarse el rey Alfonso II el Casto, acude al lugar dando cuenta del hallazgo a Carlomagno y a León III, quien mediante una Bula, lo pone en conocimiento de la Cristiandad. El rey manda a construir en el lugar una pequeña iglesia; también se construye un baptisterio y el Monasterio de Antealtares para los monjes benedictinos, encargados de la custodia del sepulcro. Pocos años después, surge la iglesia de Santa María de la Corticela, y se va formando alrededor una ciudad, que pronto se rodea de murallas.

Santiago de Compostela
En las excavaciones efectaudas recientemente en la Catedral de Santiago de Compostela, se descubrieron restos de la época romana (de los siglos III y IV) de una necrópolis sueva (con sarcófagos del siglo VI) parte de la estructura de las dos primeras iglesias, y la lauda de Teodomiro confirmación arqueológica de los hechos acaecidos durante estos siglos.
En el año 844 durante el reinado de Ramiro I tiene lugar la famosa batalla de Clavijo contra los moros; según la leyenda, Santiago aparece en la lucha milagrosamente contribuyendo a la victoria, mientras las tropas cristianas atacaban al grito de: ¡Santiago! ¡Cierra España!.
En agradecimiento el rey impone el privilegio del Voto de Santiago que obligaba a pagar a la Iglesia del Apóstol una parte de lso frutos recogidos; este Voto originó más tarde varias polémicas, hasta que fue abolido por las Cortes españolas en 1834.
alfonsoiiiEn el 898, Alfonso III el Magno decide construir la segunda iglesia a causa de la poca capacidad y pobreza de la anterior; constaba de tres naves y su ornamentación fue enroquecida con piezas traídas de otros lugares. La consagra el 6 de Mayo de 899 Sisnando de Liébana.
La ciudad empeiza a crecer y va tomando importancia religiosa, cultural y política; a causa de la riqueza de la comarca, los dominioos de la Mitra Compostelana sufren asedios e incursiones normandas y árabes que culminan con la de Almanzor quien después de saquear Compostela se lleva las campanas de la Catedral a Córdoba; serían devueltas posteriormente por Fernando III El Santo al conquistar en 1236 la ciudad de la Mezquita. La ciudad es restaurada por el obispo S. Pedro de Mezonzo dotándola de nuevas murallas y torres defensivas.
A ruegos del obispo Dalmacio, la sede de Iria Flavia (una de las más antiguas de España) se traslada a Santiago en 1095, bajo mandato de Urbano II.
En esta época florece el comercio en Compostela, concetrándose en la plaza del Paraíso, donde se instalan los “Cambeadores” y los mercaderes que utilizaban monedas visigodas, carolingias y más tarde, árabes.
Sigue aumentando la afluencia de peregrinos y Diego Peláez acomete la ardua empresa de reedificación y ampliación de la Iglesia y así nace la que habría de perdurar como Catedral definitiva en la que ya predominará el granito gallego; bajo la dirección del maestro Bernanrdo se avanza rápidamente, siendo consagrado el Altar Mayor en 1105 por Diego Gelmirez al que la tradición representa estudiando en París y protegido de la Abadía de Cluny, posiblemente era gallego y su labor abarca cuarenta años (1100-1140). En 1102 amparado por una Bula, despoja varias iglesias de Braga (Portugal) y trae en forma oculta a la Basílica las reliquias de algunos santos.

Santiago de Compostela-historia
A consecuencia de su influencia en Roma, va acaparando honores de Calixto II: el Arzobispado (hasta entonces Santiago era sede episcopal) gracias a jubilares, el derecho al Palio (quizás el más codiciado honor que el Papa otorgaba) todo ello unido al esplendor de su Corte, haxe temeren algún momento que se convirtiera en un anti-Papa. Lucha personalmente contra las invaciones y organiza una armada de guerra; también consigue privilegios reales en los impuestos y tribunales, no en vano fue tutor de Alfonso Vii (Sobrino de Calixto II) al que coronó rey en la Catedral en 1111. Impulsa vivamente las obras de la Catedral, construye y reforma varias iglesias y levanta su palacio; fomenta las artes haciendo de Santiago un emporio cultural y comercial, creando una “Schola Gramaticorum” que de haber tenido continuidad, podría definirse como una de las universidades más antiguas del mundo; Compostela en tiempos de este insigne personaje, es una ciudad cosmopolita, visitada por gentes de todas latitudes. Según el Códice Calixtino la ciudad tenía siete puertas en las murallas, de las que se conserva el arco de Mazarelos y los nombres de las otras.
En 1117 hubo un ainsurrección contra el Arzobispo y Doña Urraca; son acorralados en una torre y Gelmírez consigue huir disfrazado hasta qu se normaliza la situación.
En los siglos siguientes se promueven nuevas rebeliones del pueblo y los burgueses contr alos nobles y arzobispos, llegando a producirse varias disputas de carácter bélico; baste el ejemplo del arzobispo francés Berenguel de Landora que tuvo serias disputas con Suárez de Deza para ocupar la Silla y establecerse con su séquito.
A partir de estos siglos habían surgido los gremios que tuvieron gran importancia en el desarrollo de la urbe. El más antiguo era el de los Cambeadores y existían entre otros el de los Concheiros, único en su género, que tenía la exclusiva de la fabricación de conchas para peregrinos y el de Azabacheros, siempre de fina destreza en la orfebrería de este material. Todos ellos estaban regidos por normas propias, celebrando solemnes procesiones en lso días de sus Santos Patrones; aportaron a la época actual la pervivencia de destacados artistas que hacen que la artesanía compostelana destaque con personalidad propia.
En el siglo XV se repiten las luchas contra los nobles formándose lo que se llamó el “ejército hermandino”.
Años más tarde el duque de Lancaster desembarca en La Coruña con intención de hacer valer sus  derechos sobre la corona de Castilla y León; Compostela lo aclama como rey, pero después de luchas y manifestaciones, renuncia mediante una indemnización y l aboda de su hija Catalina con Juan I.
A lo largo de los siglos XIV y XV prosigue el auge de los diferentes aspectos culturales-religiosos, y en el campo de la prosa, corresponde a este período el famoso libro de caballería “Armadís de Gaula” escrito en Galicia o Portugal, posiblemente por el Vasco de Lobeira, según algunas opiniones; se difunden también al amparo de los obispos, las órdenes mendicantes, que implantan el estilo ojival sencillo y algo arcaizante.

Santiago de Compostela2
A fines del XV las rencillas entre la Beltraneja e Isabel se extienden a la región y son bastantes los que apoyan a la primera (Pardo de Cela); al final, los reyes católicos procuran atraer a la corte a la nobleza gallega, nombrando un gobernador para Galicia.
En el 1520, se reúnen en el convento de San Francisco las Cortes con asistencia del emperador Carlos I, y presididas por su canciller; su objeto era reunir fondos para el viaje de coronación del monarca en Alemania. Hubo algunas sesiones borrascosas motivadas por la reclamación del Voto gallego en las cortes, no obteniendo fruto los deseos del rey, por lo cual se trasladan a La Coruña.
En este tiempo cuando nace el Coelgio de Santiago Alfeo y así los “Grados” pueden ser otorgados aquí, sin recurrir a Salamanca como hasta entonces.
En 1589 ante las amenazas de las tropas inglesas que atracan en el puerto coruñés al mando de Drake, el arzobispo Juan de Sanclemente toma la resolución de esconder los restos de Santiago, y el lugar queda olvidado (aún cuando se suponía que estaban debajo del altar mayor).
Por fin en 1789, el cardenal Payá y Rico y el insignie arqueólogo canónigo López Ferreiro hallan las reliquias en el lugar hoy en día marcado en el pavimiento con una estrella, delante de la capilla del Salvador y el Papa León XIII, por medio de la Bula “Deus Omnipotens” en 1884 da a conocer a la cristiandad, que en esta Basílica se veneran los restos del Apóstol Santiago el Mayor.

 

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