Plaza Navona es una de las plazas más conocidas, grandes y visitadas de Roma. Esta plaza barroca, se encuentra cerca del Vaticano y albergó en la antigüedad al circo Domiciano. En el siglo XV se trasladó el mercado de la ciudad desde el Capitolio. En verano y primavera se llena de artistas que son admirados por los turistas. No obstante las principales atracciones de la Plaza Navona son las reliquias arquitectónicas que la rodean o las fuentes que hay en ella.
En el centro de la Plaza, se ubica una de las fuentes que diseñara Gian Lorenzo Bernini: la Fuente de los Cuatro Ríos (Fontana dei Quattro Fiumi) una obra renacentista construida en 1651. El trazado de la Plaza Navona es el mismo que ocupaba el Estadio de Domiciano que fue un circo romano del Siglo I.
La Plaza tiene otras dos fuentes: la Fontana di Nettuno (1574) y la Fontana del Moro (1576).
Es una plaza para apreciar tanto de día como de noche.
El visitante a Roma podrá encontrarla fácilmente. Se puede bajar en la estación de metro de la Piazza di Spagna, luego pasar por la fuente de Trevi, el Panteón, y la caminata desemboca en la Piazza Navona. Es un recorrido agradable en esta ciudad peatonal e histórica.
Uno de los edificios emblemáticos de Roma que bordean la plaza Navona es la Iglesia de Santa Inés de Anon de Francesco Borromini.
Entre los edificios históricos para ver en la Plaza Navona están: el Palacio Pamphili que es la Embajada de Brasil. El Palacio Torres Massimo Lancellotti se ubica en la zona sur de la Plaza Navona. El Palacio de Cupis y el Palacio Braschi.
En Plaza Navona se puede disfrutar de ver la vida cotidiana de los romanos y la historia a través de sus monumentos y edificios del siglo XVI y XVII. Además tiene varios cafés italianos, y la rodean viviendas majestuosas de la clase acomodada de Roma. Las tardes se llenan de artistas que retratan a los turistas en medio de un decorado digno de una película de Marcelo Mastroianni.